A partir del 1 de enero de 2030, la Unión Europea exigirá que todas las viviendas a la venta o alquiler cuenten con una calificación energética mínima de E. Esta medida afecta principalmente a propietarios de viviendas anticuadas ya que , a partir de esa fecha, quedarán fuera del mercado legal hasta que se mejoren y obtengan al menos la etiqueta E.
Por poneros en contexto, según datos del IDAE más del 80% de las viviendas en España tienen una calificación energética E, F o G, es decir, se consideran ineficientes desde el punto de vista energético.
Estrategia Europea para la Eficiencia Energética
La obligación de cumplir con esta normativa es parte de un plan más amplio, incluido en la Agenda 2030 y el Pacto Verde Europeo, cuyo objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y lograr la neutralidad climática en 2050. En este contexto, se busca promover la eficiencia energética en los edificios, pues representan una gran oportunidad para reducir tanto las emisiones como el consumo de energía.
La idea es lograr que en estas propiedades con calificaciones bajas se realicen reformas importantes a nivel comunitario para poder volver al mercado, tales como mejorar el aislamiento (paredes, cubiertas, ventanas), cambiar los sistemas de calefacción, instalar energías renovables o mejorar el cerramiento. En los últimos años han surgido diferentes subvenciones y ayudas orientadas principalmente a incentivar este tipo de intervenciones.
El calendario de exigencias sigue un ritmo progresivo hacia objetivos más altos, por ejemplo, se propone que para el año 2033 la exigencia aumente a una calificación mínima de D. Este enfoque progresivo permite una adaptación paulatina, pero también subraya la importancia de empezar a planificar las reformas desde ahora.
“más del 80% de las viviendas en España tienen una calificación energética E, F o G, es decir, se consideran ineficientes desde el punto de vista energético.”
¿Y ahora qué se puede hacer? ¿Cómo Puedes Prepararte?
Vamos a intentar arrojar un poco de tranquilidad en este asunto. Por una parte y aunque la directiva de la Unión Europea es firme, los plazos de implementación podrían ser más flexibles. Es posible que se admitan periodos de excepción o que algunos países ajusten los requisitos según las características de su parque inmobiliario. Además, cabe la posibilidad de que en España se flexibilicen los criterios de calificación hacia 2030, alineándose con los de otros países de la UE, donde los estándares de calificación son más laxos o incluso más inflados.
Desde Tu Casa A Punto podemos ayudarte en el proceso paso a paso. Empezando por conocer la calificación energética actual de tu vivienda. Si está en el rango F o G, te ayudamos a planificar una reforma energética que te permita alcanzar los estándares exigidos.
Aunque el panorama puede parecer abrumador, es importante mantener la calma. Las reformas energéticas no tienen que ser costosas ni complejas. Muchas de ellas, como la mejora de aislamiento o la instalación de equipos de aire acondicionado, pueden tener un gran impacto en el valor y confort de la vivienda, además de cumplir con los requisitos exigidos. De hecho, algunos pequeños cambios pueden ser suficientes para alcanzar los mínimos exigibles, especialmente si cuentas con el asesoramiento adecuado.